lunes, 12 de junio de 2017

ADICCIÓN AL SEXO

ADICCIÓN AL SEXO


Hipersexualidad es el aumento repentino o la frecuencia extrema en la libido o en la actividad sexual. Aunque la hipersexualidad puede presentarse debido a algunos problemas médicos, al consumo de algunos medicamentos y a la ingesta de drogas, aunque en la mayoría de los casos la causa es desconocida. Trastornos de la salud tales como el trastorno bipolar pueden dar lugar a la hipersexualidad y el consumo de alcohol y de algunas sustancias adictivas puede afectar el comportamiento sexual en algunas personas
La adicción al sexo o sexo compulsivo (también conocida como ‘donjuanismo’) se refiere a un conjunto de conductas con formato repetido y de carácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones sexuales, habitualmente con diferentes parejas, con el fin de satisfacer un intenso y frecuente deseo sexual. Se calcula que un 6% de la población puede sufrir este trastorno.
Es importante trabajar ciertas variables de personalidad que pueden aumentar la posibilidad de que la persona sufra este u otro tipo de adicciones. En este sentido, es importante disponer de unas adecuadas dosis deasertividad, autoestima, tolerancia a la frustración, etcétera para poder prevenir este u otro tipo de adicción. Para lograrlo, es importante entrenar a las personas vulnerables (aquellas con baja autoestima, sumisas, pasivas…) en técnicas asertivas que reduzcan la dificultad de mantener relaciones interpersonales adecuadas, así como en técnicas de gestión emocional que les permitan reducir sus propios impulsos. 



La adicción a las relaciones es un término que incluye a varios desórdenes adictivos tales como:

1.- adicción al amor o a los romances,
2.- adicción a las relaciones disfuncionales,
3.- codependencia 
Cada una de esas adicciones tienen sus características especiales, pero comparten esta categoría por presentarse a través de relaciones adictivas.
Todas estas adicciones impiden a las personas que las sufren de poder establecer intimidad sana, provocando una incapacidad para establecer y mantener relaciones constructivas con otras personas, incluyendo sus familiares.
Estos desórdenes, que son muchas veces confundidas con neurosis o con desórdenes de personalidad, son realmente adicciones que se manifiestan con síntomas característicos tales como: tendencia al control obsesivo en las relaciones. Comportamiento obsesivo, inhabilidad de establecer límites saludables en las relaciones, dificultad para expresar necesidades y sentimientos, exposición a peligros en la búsqueda o mantenimiento de la relación, aislamiento y deterioro físico, mental y emocional.
Una de los signos más tempranos y obvios es que la persona afectada se va aislando de sus relaciones habituales a costa de una mayor demanda de atención hacia la relación adictiva.
El sistema delusional es fuerte y la racionalización es mucho más fácil que en otros comportamientos adictivos, y la persona invierte mucha energía en la delusión con el fin de invalidar la disfunción subyacente.



Tratamiento 
Es posible tratar esta adicción, siendo importante que el paciente acuda motivado y cuente con el apoyo de las personas de su entorno. El tratamiento no pretende conseguir una abstinencia sexual, algo realmente 8 difícil, sino que trata de dirigir el comportamiento sexual hacia una conducta que disminuya la angustia y el malestar generados. En un inicio, se intenta que la persona adicta reconozca los motivos que le impulsan a ese tipo de adicción, algo que se puede lograr mediante la terapia cognitivo-conductual, dirigida por un psiquiatra o sexólogo, y con la que se trata de llegar a controlar los estímulos, enseñar a prevenir la respuesta identificando las situaciones de riesgo, desarrollar el autocontrol y alcanzar una reestructuración cognitiva, manejando los pensamientos inadecuados, entre otras técnicas. 

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