lunes, 12 de junio de 2017

ADICCIONES CONDUCTUALES


ADICCIONES CONDUCTUALES





Llamamos adicciones conductuales a aquellas manifestaciones en las que determinadas conductas compulsivas cumplen unas características muy determinadas, son capaces de estimular al cerebro de una forma especial, produciendo finalmente también cambios en su forma de funcionar, que si bien no implican el consumo de una sustancia , sí suponen un grado de deterioro personal y social del individuo que perjudica en considerable proporción su vida y de esta manera finalmente crean la adicción. Entre las adicciones conductuales que se presentan en este blog encontramos: adicción a compras, juegos, religión, trabajo, Internet, sexo y videojuegos. 
Cuando una persona pierde el control sobre una actividad y la capacidad de decidir entre hacerlo o no hacerlo, se ha convertido en un adicto.
Los principales signos  para identificar una conducta adictiva son:
* Necesidad irresistible e intenso deseo de realizar una determinada actividad.
* Incapacidad para autocontrolarse.
* Consecuencias negativas identificadas por uno mismo o advertidas por personas cercanas, a pesar de las cuales el adicto no detiene la actividad.
* Negación del problema. La persona adicta no advierte la gravedad de los efectos negativos, niega que exista un problema y se enfada, o se pone a la defensiva, si alguien le sugiere que “eso” está fuera de su control.
Otros signos son:
* Progresiva focalización de las relaciones, actividades e intereses en torno al origen de la adicción.
* Progresivo alejamiento y abandono de los intereses y relaciones ajenas a la conducta adictiva.
* Irritabilidad y malestar frente a los impedimentos para actuar según el patrón adictivo.
* Cambios de conducta.
* Agresividad y cambios de humor aleatorios no explicados por otras causas que las de la propia conducta adictiva.
* Imposibilidad o grandes dificultades para dejar de actuar según el patrón adictivo.






ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS

ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS

Es cierto, la tecnología está de moda. Parece que los niños de ahora vienen con un chip instalado en su cabeza que les permite, con más facilidad que a los adultos, interactuar plenamente con los dispositivos tecnológicos.
Los videojuegos hacen parte de esta manera de concebir el mundo. Hace años, los dispositivos que ahora son obsoletos nos garantizaban entretenimiento. Sin embargo, debes conocer las consecuencias de la adicción a los videojuegos en los niños y su repercusión en términos de salud.

Videojuegos como entretenimiento de los niños


Nadie puede negar que los videojuegos sean potencial manera de entrenamiento para niños y adultos, pero su uso excesivo puede conducir a problemas de salud graves que tú puedes prevenir si pones algunas reglas en tu casa.
Los videojuegos son adictivos y están diseñados para que los niños intenten pasar un montón de niveles que les hace interactuar de manera excesiva con estos dispositivos. En algunos casos, los niños llegan a perder la dimensión de la realidad y el tiempo que pasa con los controles en sus manos.
También hay que decir que tu hijo puede desarrollar algunas facultades importantes, gracias a los beneficios de los videojuegos, si los juega de manera esporádica. Por ejemplo, le ayudarán a tomar decisiones rápidas y acertadas, al trabajo en equipo y a una mejor manera de enfrentar los retos que se crucen por su camino, sin contar con la diversión.
De todas formas, a largo plazo los videojuegos pueden llegar a cambiar el cerebro de tu hijo, o por lo menos así lo asegura Shawn Green, de la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos.

Consecuencias de los videojuegos en la salud de los niños


Obsedidad infantil

La obesidad es uno de los problemas que más enfrentan los niños adictos a los videojuegos. Ellos evitan al máximo cualquier tipo de actividad física, por su constante interés en el juego. Pueden estar horas frente a la pantalla y la comida rápida se vuelve un solucionador de problemas.
De esta manera, muchos de ellos se exponen a sufrir enfermedades que a largo plazo son devastadoras, es el caso de la diabetes, la hipertensión y los altos niveles de colesterol. El riesgo de obesidad es latente en los niños que sufren de adicción a los videojuegos.

Insomnio y dolor de espalda

El sueño y los dolores de espalda son otros aspectos que se ven afectados cuando se hace uso excesivo de los videojuegos. El constante juego produce insomnio lo que puede provocar que tu hijo disminuya su rendimiento en las actividades escolares, y los dolores de espaldapueden presentarse con mayor facilidad debido a que debe mantener la misma posición por horas.

Salud mental

Además de la salud física, hay que hablar de las consecuencias de los videojuegos en lasalud mental de los niños. El uso desmedido de videojuegos, en el que no se ponen límites, puede intensificar el riesgo de que tu hijo se enfrente al aislamiento social. Los más pequeñas llegan incluso a confundir el mundo virtual con el real, su vida social disminuye porque ya no quieren ir al parque y cosas como jugar al fútbol; o en los más grandes, salir con sus amigas de compras puede resultar aburrido e intensificar la ansiedad.

Ahora que conoces un poco más sobre el problema de la adicción a los videojuegosy cuáles son las consecuencias de los videojuegos en los niños, esperamos que tomes medidas en casa. Si, dado el caso, estás atravesando por una situación de adicción a los videojuegos por parte de tus hijos o algún conocido, es hora de tomar la decisión de visitar al especialista para que él decida un tratamiento en pro de la salud del afectado.




Cómo reconocer la adicción a los videojuegos

Le exponemos los síntomas más comunes:
  • Trastornos del sueño.
  • Distanciamiento de la familia y amigos.
  • Desinterés por sus actividades favoritas.
  • No respetar nunca los horarios estipulados.
  • Problemas con los estudios o ineficiencia en el trabajo.
  • Estar agresivo e irritable cuando lleva rato sin jugar o si se retrasa para llegar a casa para conectar el videojuego.

Tratamiento de la adicción a los videojuegos

El tratamiento tiene una diferencia básica entre los adultos y menores, ya que la mayoría de los adultos acuden a terapia por sí mismos tras el difícil paso de reconocer el problema.
Mientras, los niños y adolescentes van porque los padres los obligan y no sienten que tengan un problema e incluso no entienden que tengan que dejar de hacer eso que les gusta tanto.
El tratamiento para la adicción a los videojuegos, tanto en adultos como en menores, debe ser personalizado. Se estudian las cusas que pueden haberle llevado a la adicción y se interviene de forma conductual en ello.
También se crean pautas con respecto al juego, concretando a qué se juega (hay juegos muy adictivos), con quién se juega (evitando jugar con otros posibles adictos) y duración.
Se interviene mejor en terapia de grupos y de una forma diferente a otras adicciones en las que se puede dejar de estar en contacto con la fuente. Quien padece adicción a los videojuegos asocia el ordenador con esta actividad, pero hoy día es una herramienta diaria de trabajo o de la vida cotidiana, siendo más efectivos los tratamientos que tratan la adicción a la comida, al tabaco o al alcoholismo, que tienen que convivir a diario con el objeto causante.

¿Se puede prevenir?

Los métodos de prevención en niños y adolescentes son:
  • Jugar siempre que pueda con su hijo y ayudar a crear una visión crítica de los videojuegos.
  • Ponerle normas horarias que no excedan más de 4 ó 5 horas semanales.
  • Crearles una rutina de actividades de ocio que sean divertidas, al aire libre o con otros niños.
  • Aficionarlo a alguna actividad deportiva.

ADICCIÓN AL SEXO

ADICCIÓN AL SEXO


Hipersexualidad es el aumento repentino o la frecuencia extrema en la libido o en la actividad sexual. Aunque la hipersexualidad puede presentarse debido a algunos problemas médicos, al consumo de algunos medicamentos y a la ingesta de drogas, aunque en la mayoría de los casos la causa es desconocida. Trastornos de la salud tales como el trastorno bipolar pueden dar lugar a la hipersexualidad y el consumo de alcohol y de algunas sustancias adictivas puede afectar el comportamiento sexual en algunas personas
La adicción al sexo o sexo compulsivo (también conocida como ‘donjuanismo’) se refiere a un conjunto de conductas con formato repetido y de carácter compulsivo dirigidas a mantener relaciones sexuales, habitualmente con diferentes parejas, con el fin de satisfacer un intenso y frecuente deseo sexual. Se calcula que un 6% de la población puede sufrir este trastorno.
Es importante trabajar ciertas variables de personalidad que pueden aumentar la posibilidad de que la persona sufra este u otro tipo de adicciones. En este sentido, es importante disponer de unas adecuadas dosis deasertividad, autoestima, tolerancia a la frustración, etcétera para poder prevenir este u otro tipo de adicción. Para lograrlo, es importante entrenar a las personas vulnerables (aquellas con baja autoestima, sumisas, pasivas…) en técnicas asertivas que reduzcan la dificultad de mantener relaciones interpersonales adecuadas, así como en técnicas de gestión emocional que les permitan reducir sus propios impulsos. 



La adicción a las relaciones es un término que incluye a varios desórdenes adictivos tales como:

1.- adicción al amor o a los romances,
2.- adicción a las relaciones disfuncionales,
3.- codependencia 
Cada una de esas adicciones tienen sus características especiales, pero comparten esta categoría por presentarse a través de relaciones adictivas.
Todas estas adicciones impiden a las personas que las sufren de poder establecer intimidad sana, provocando una incapacidad para establecer y mantener relaciones constructivas con otras personas, incluyendo sus familiares.
Estos desórdenes, que son muchas veces confundidas con neurosis o con desórdenes de personalidad, son realmente adicciones que se manifiestan con síntomas característicos tales como: tendencia al control obsesivo en las relaciones. Comportamiento obsesivo, inhabilidad de establecer límites saludables en las relaciones, dificultad para expresar necesidades y sentimientos, exposición a peligros en la búsqueda o mantenimiento de la relación, aislamiento y deterioro físico, mental y emocional.
Una de los signos más tempranos y obvios es que la persona afectada se va aislando de sus relaciones habituales a costa de una mayor demanda de atención hacia la relación adictiva.
El sistema delusional es fuerte y la racionalización es mucho más fácil que en otros comportamientos adictivos, y la persona invierte mucha energía en la delusión con el fin de invalidar la disfunción subyacente.



Tratamiento 
Es posible tratar esta adicción, siendo importante que el paciente acuda motivado y cuente con el apoyo de las personas de su entorno. El tratamiento no pretende conseguir una abstinencia sexual, algo realmente 8 difícil, sino que trata de dirigir el comportamiento sexual hacia una conducta que disminuya la angustia y el malestar generados. En un inicio, se intenta que la persona adicta reconozca los motivos que le impulsan a ese tipo de adicción, algo que se puede lograr mediante la terapia cognitivo-conductual, dirigida por un psiquiatra o sexólogo, y con la que se trata de llegar a controlar los estímulos, enseñar a prevenir la respuesta identificando las situaciones de riesgo, desarrollar el autocontrol y alcanzar una reestructuración cognitiva, manejando los pensamientos inadecuados, entre otras técnicas. 

ADICCIÓN A INTERNET

ADICCIÓN A INTERNET



Ciberadicción o trastorno de adicción a Internet (IAD), o, más ampliamente, uso excesivo, problemático y/o patológico, de Internet, a través de diversos dispositivos (ordenadores, teléfonos, tabletas, etc.), que interfiere con la vida diaria.
Como expone la catedrática de psicología en la Universidad de Deusto, Helena Matute,1 no existe la llamada "ciberadicción".
 Tal teoría se basa en:
  • El término "adicción a Internet" fue originalmente una broma de correo electrónico.1
  • La adicción a Internet no figura en el DSM V (editado el 18 de mayo de 2013), el manual más utilizado para el diagnóstico de desórdenes mentales, editado por la Asociación Americana de Psiquiatría, y tampoco ha sido aceptada por la Asociación Americana de Psicología. Los defensores de su existencia se escudan en que la red Internet es aún muy nueva y por eso no ha sido aún aceptada la existencia de esta adicción por las principales asociaciones profesionales. Su inclusión en el DSM V (el DSM IV data del año 2000) se encontraba a debate . Al parecer fue rechazada de nuevo, incluyéndose, que tenga que ver con Internet, sólo la adicción al juego por Internet, como variante de la adicción al juego y desestimando así de nuevo que exista algo llamado "Ciberadicción" o "adicción a internet".
A pesar de que su rechazo por la comunidad internacional, varías clínicas y una minoría de expertos, insisten en su existencia como adicción y/u ofrecen una terapia para curar la supuesta patología. Oficialmente se considera que pueda existir un "uso excesivo", pero nunca una "adicción", y que sus causas vendrán motivadas no por Internet en sí, si no por causas externas que llevan al usuario a buscar una vía de escape en Internet y sus posibilidades. Una de las causas más valoradas son los problemas para establecer relaciones sociales, algo más sencillo de conseguir por Internet gracias al anonimato y desinhibición, aunque puedan resultar más efímeras.


Tratamiento 
El tratamiento del ciberadicto es parecido a otro tipo de adicciones. El paso más importante es que el sujeto afectado reconozca que está 'enganchado' y tenga valor suficiente para solicitar ayuda. Someterse a una terapia de 'desconexión' que no requiere la abstinencia total para llevar una vida normal constituye la siguiente fase. El primer paso es reconocer que se está "enganchado" y estar verdaderamente motivado para dejar el hábito. Podemos cuestionarnos si lo que se pretende es una abstinencia completa o bien un uso adaptativo de los servicios de Internet. Algunos signos de alerta son; la comprobación compulsiva del correo electrónico y la inversión de mucho tiempo y dinero en servicios On Line.  

ADICCIÓN AL TRABAJO

ADICCIÓN AL TRABAJO

La adicción al trabajo es un trastorno caracterizado por la progresiva y excesiva carga de actividad laboral de una persona, perdiendo el equilibrio necesario entre el trabajo y el tiempo libre para una vida sana. En las últimas décadas, la sociedad de consumo ha promovido el desecho del ocio para favorecer los trabajos adicionales que aumentan las ganancias, que a su vez aumentan el consumo. El exceso de trabajo no era considerado una enfermedad, más bien era considerado apropiado.
Actualmente, la actividad laboral excesiva ya es considerada un trastorno psicológico que afecta la salud de las personas así como también sus relaciones familiares y sociales. En una primera instancia, el cansancio y el estrés laboral provocan dolores de cabeza, de cuello y espalda, mareos, irritabilidad, baja tensión, depresiones profundas, etc; pero pueden llegar a causar enfermedades cardiovasculares.
Los adictos al trabajo o “workaholics” son generalmente aquellas personas ambiciosas en busca de cierta posición social, profesional o económica, o por el contrario, aquellas personas demasiado inseguras que tienen dificultades para establecer relaciones sociales ocupando ese vacío con trabajo. Comúnmente, desarrollan su patología en un ambiente de trabajo competitivo. Debido a la valoración positiva de la sociedad con respecto a los trabajadores arduos, esta adicción es difícil de detectar ya que supone generosidad y sacrificio para la subsistencia y el progreso. A su vez, para contrarrestar las consecuencias de la falta de tiempo libre, los adictos al trabajo suelen recurrir también a otras sustancias como el alcohol, el café o los ansiolíticos.

Tratamiento
El tratamiento contra la adicción al trabajo se trata mediante las diversas psicoterapias, como las terapias individuales o grupales, familiares y/o de pareja, etc. Se busca contener al paciente en un entorno más relajado al que está habituado, reconocer los problemas que el exceso conlleva y porqué éste es provocado, y reorganizar las tareas de la persona. No consiste en dejar la actividad laboral para siempre, si no que se le propone al paciente reducirla para dedicarle más tiempo a sus relaciones familia



ADICCIÓN A LA RELIGIÓN

ADICCIÓN A LA RELIGIÓN 





El adicto a la religión usa a Dios, la Biblia, o a un pastor como si fuera una droga para suavizar los problemas y escapar de ellas. Como en otras adicciones está relacionado con la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo, la vergüenza, los sentimientos de aislamiento y de sentir diferente de las demás personas en el mundo. Toda la familia es afectada.
Si considerarnos la predicación constante, la preocupación con la Biblia, con el diablo, el juzgar, el sentir pecado, la vergüenza, y tantas reglas para controlar a los feligreses y a la familia, no es una sorpresa que afecte la salud mental.
Muchos adictos a la religión provienen de familias donde fueron afectados por abusos religiosos, donde uno o ambos progenitores eran adictos a la religión.
Verdaderamente el adicto a la religión no se siente cómodo con Dios, ni consigo mismo, ni con sus relaciones, ni con el mundo.Usa a Dios, a su iglesia, a un predicador, a la Biblia para escapar de los sentimientos de soledad y de desesperación.Los efectos emocionales de esta "droga" vienen de sentirse "ser salvado", de entender un texto de la Biblia y/o de las emociones que se sienten en el culto. Muchas mujeres "adictas a una religión" están escapando así de problemas con sus esposos. No es que los sentimientos en el culto estén mal, pero como cualquier cosa, se puede llegar a un desequilibrio.
El mundo, los gobiernos, la sociedad, todo es juzgado según la manera como el adicto interpreta la Biblia. El dudar y cuestionar a los líderes puede ser considerado como blasfemia. Bailar, fumar, todo lo "no religioso" es considerado como pecado.Los resultados son que la perfección, la santidad y la pureza son metas inalcanzables y por lo tanto surgen la vergüenza, la culpabilidad, la desesperación y el aislamiento: "Sólo las personas en mi religión son mis amigos", esto es duro para los adolescentes. (y, aunque se llegan a encontrar verdaderos amigos en el culto, se paga el precio de abandonar a otros en el mundo real)
El adicto a la religión sigue al pie de la letra el mensaje que dan los líderes: 
Creencias comunes de religiones venenosas: Presentan un amor con condiciones. El amor se obtiene si uno se comporta según el que da el amor. Siempre sentirse "tranquilo", aunque en verdad está reprimiendo los sentimientos porque son vistos como negativos. Piensa que las autoridades religiosas no pueden fallar; las riquezas y/o el crecimiento numérico son signos de estar en la verdad; se puede ganar la vida eterna con obras; los problemas son resultado de los pecados en su pasado. La interpretación arbitraria de la Biblia; si no está en la Biblia, no es importante.



Características de la adición a la religión:
La etapa media:

En este etapa se encuentra completamente sumergido en el sistema, está identificado cien por ciento con el grupo y su propaganda; predica y habla mucho sin que le hagan caso o si se le ofenden; ofrece mucho dinero al grupo; se relaciona casi exclusivamente con otros compañeros del grupo; trata de convertir a otras personas al grupo (en vez de a Dios); la experiencia religiosa es como una droga para escapar del dolor de la vida; algunas veces, también se desarrollan otras adicciones (a la comida, al sexo, al alcohol, al trabajo); está a la defensiva al enfrentarse con la oposición se sienten perseguidos. La religión afecta cada dimensión de la vida, y se quiere complacer a los líderes y aparentar ser el mejor y más comprometido seguidor de ellos.
Características avanzada:
Desesperación: La religión no produce los resultados deseados. Aunque sabe que está actuando mal lo sigue haciendo. Hay rencor y coraje y se le culpa a todo el mundo. Siempre está pensando en las creencias, sin poder concentrarse ni pensar en algo más; hay mucho cansancio y falta de apetito. Se sienten miedo y una profunda inseguridad; hay problemas familiares causados y empeorados por la situación enferma. Tienen miedo de quedarse en la religión y miedo de salirse de ella.
Todo esto nos lleva a tocar fondo: El fastidio consigo mismo y cansado de manejar su vida en la manipulación. El adicto a la religión tiene que dejarla y dirigirse a Dios quien lo quiere sanar.
Aída Fernández, psicóloga metodista, dijo: "Una religión peligrosa es una religión en la cual la gente es controlada por la doctrina o por el pastor, generalmente usando el miedo y el sentimiento de culpabilidad. En este tipo de religión, a la gente se le prohibe ir a bailes, maquillarse, leer libros aparte de los de su grupo. Las mujeres no pueden usar pantalones, ni cortarse el pelo. Los feligreses son empujados a experimentar cosas sobrenaturales, como visiones, lenguas, oír la voz de Dios. Se les prohibe estar con personas ajenas a su religión por miedo de ser contaminado, ypara ellos la psicología, Alcohólicos Anónimos y las terapeutas son cosas del diablo. No existen enfermedades mentales; se trata del diablo atacando a la persona. En estas religiones la gente se siente culpable, tiene baja autoestima, todo el mundo está "perdido", hay falta de esperanza, dependencia excesiva del pastor, aislamiento de la sociedad y falta de un sentir adecuado."
Los síntomas de adicción a la religión:
1 ) Pensar solamente en negro o blanco, sin matizar. La complejidad del mundo les sobrepasa.
2) Orar, ir a la iglesia, hablar de Dios, citar la Bibliaobsesivamente. No poder dejar de hacerlo ni un. día.
3) No hacer caso de las cosas que suceden en el mundo y de su alrededor; olvidar citas; no asistir a fiestas de la familia.
4) Pensar que el mundo y nuestros cuerpos son malos.
5) Rehusar pensar, dudar y preguntar.
6) Pensar que el sexo es sucio.
7) Ayunar demasiado y comer demasiado.
8) Siempre juzgar a todo el mundo o las cosas. Quejarse de todo porque no es bueno, porque no es de Dios.
9) Dar demasiado dinero a la iglesia que no está en proporción con la clase económica del adepto.
10) Control de la mente.
11) Aislamiento.
12) Actitudes de conflicto (choques) con la ciencias hospitales, escuelas, etc.
13) Enfermarse físicamente. Ejemplos: dolores de la espalda, insomnio, dolores de cabeza, los nervios.
14) Recibir mensajes extraños de Dios o de los ángeles.
15) No comer hasta caer en una visión
16) Cambios drásticos en la personalidad.
17) Miedos que no existen en la realidad. El círculo vicioso de la culpabilidad, el arrepentimiento y la vergüenza.
18) Problemas en la familia por todo esto.

Tratamiento 
Tratamiento no es la palabra adecuada para superar esta adicción, si uno esta seguro de sus costumbres y sus creencias, no debe avergonzarse de ella, pero todo en exceso es dañino, talvez la persona que presenta este tipo de adicción le es difícil aceptarla porque así fueron criados y su entorno religioso es de lo mas normal para esta persona, pero cuando sale al exterior se da cuenta que no todos tenemos la misma creencias ni las mismas opiniones, a continuación vamos a poner algunos consejos para una fe sena: 
. Es enfocada a Dios y su presencia en la vida. 
. Crece y madura.
 . Respeta a los demás y aprecia sus talentos y debilidades.
 . Sirve libremente, sin miedo ni culpabilidad, ni compulsión. 
. Confía en otros. 
. No tiene miedo de abrirse, de compartir sus opiniones, de ser vulnerable; no está a la defensiva con los que piensan de diferente manera.
 . Es individualizada, no conformista.
 . Acepta sus limitaciones, no es perfeccionista. 
. Está orientada a relacionarse, no en la un actuación .
 Tiene un Dios personal. No a través de una organización.
 La Biblia es para todos. 
. Acepta y aprecia las preguntas y los desafíos a sus creencias. 
. No juzga a los demás. 

ADICCIÓN AL JUEGO

ADICCIÓN AL JUEGO



La adicción al juego, ludopatía o juego patológico, como también se le ha llamado, es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego de azar y a las compras. La inversión de tiempo, energía y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo mas dependiente del juego para enfrentar la vida diaria. La negación se presenta como es usual en las adicciones y muchas veces toma la forma de fantasías de ganar mucho dinero a través del juego, y de racionalizaciones de jugar para ganar dinero y así poder pagar las deudas de juego que se han acumulado.
El descontrol progresivo y los gastos desmesurados de dinero llevan a problemas económicos y familiares severos y a mucho estrés psicológico a las persona adicta. Esto causa depresión y ansiedad que muchas veces ponen en peligro la vida del adicto. La adicción al juego es la adicción mas relacionada con intentos de suicidio.
La ludopatía es un impulso irreprimible de jugar a juegos de casino a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse. Se considera un trastorno del control de los impulsos, y por ello la American Psychological Asociación no lo considera como una adicción.El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos, que también incluyen la cleptomanía, piromanía y tricotaría, en los que estaría implicada la impulsividad, pero no presenta comorbilidad con dichos trastornos. Si bien el sistema DSM (III, III-R y IV1) y la CIE-102 incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un bajo control de los impulsos, lo cierto es que los criterios diagnósticos operativos DSM tienen exactamente el mismo diseño que el de las adicciones a sustancias, lo que muestra la concepción subyacente para la enfermedad en ese sistema: se trata de un problema adictivo "sin sustancia" incluido en un apartado que no es el suyo.

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La ludopatía viene a ser un trastorno de la personalidad que se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede afectar en la vida diaria de la persona que se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica, una adicción.


Características frecuentes:

  • Existe una obsesión continua por jugar y conseguir dinero para seguir jugando.
  • Tiende a jugar mayores cantidades de dinero o durante mayor tiempo del que había planeado antes de ir a jugar.
  • Tiene la necesidad de aumentar la cantidad o frecuencia de la apuesta para conseguir la satisfacción deseada.
  • Se siente intranquilo o irritable cuando no puede jugar.
  • Pierde constantemente dinero en el juego y regresa al día siguiente para intentar recuperarlo.
  • Sacrifica alguna actividad social, profesional o recreativa importante por dedicarle mayor tiempo al juego.
  • Frecuentemente utiliza el juego como una alternativa para escapar de los problemas.
  • Engaña a los miembros de la familia u otras personas para ocultar el grado de su problema para controlar el juego.
  • Puede cometer actos ilegales como falsificaciones, fraude, robo o abusos de confianza para financiar el juego.

¿Cómo afrontar una adicción de juego patológico?

  • Si existen indicios razonables de juego patológico, en caso de sospecha, acudir a profesionales especializados en adicciones.
  • Es difícil que un ludópata pueda dejar de jugar sin recibir ayuda, por mucha fuerza de voluntad que tenga o declare tener.
  • Muy pocas veces la ludopatía tiene una sola causa o circunstancia que la genere, por lo que requiere de la intervención de especialistas.
  • Es frecuente que el ludópata tenga ciertas características de personalidad inmadura, miedos, sentimientos de inferioridad y falta de responsabilidad.
  • La familia debe entender que se trata de una enfermedad y asumir la responsabilidad de acompañar y ayudar al paciente en el proceso de tratamiento.
  • Es importante tener en cuenta que ninguna persona se vuelve jugador patológico o compulsivo desde un inicio, y que es un hecho que nadie comienza a jugar con la intención de convertirse en un adicto.
  • De volverse un jugador patológico, al igual que la adicción a las drogas, la ludopatía se genera de una manera progresiva.

Tratamiento

El tratamiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinario de profesionales en adicciones. Se realizan terapias individuales, de pareja, familia o grupo, según la evaluación específica del abordaje profesional de áreas de deterioro, la intensidad y gravedad de los síntomas y comportamientos, de los problemas físicos y repercusiones en estudios, familia, trabajo, vida social y problemas jurídicos y/o financieros.